Caso perdido
- Astrid Chaparro
- 9 nov 2019
- 1 Min. de lectura
Qué rápido se pasan siete años de avaricia,
llorando diamantes y sudando plata
Ya sé, debo cumplir mi parte del trato
pero pensándolo bien,
no es mi culpa, yo no creía en la existencia del alma
Está bien, tú ganas
se necesitan más que palabras para ganar en este mundo
pero déjame decirte: no me iré por mi voluntad,
porque si algo sé hacer es pelear,
no me dejaré torturar en el orco insondable
déjame tener una vida sempiterna,
Libérame, no quiero estar eternamente encadenado
Necesito, por lo menos
una pequeña dosis de perdón
una razón por la cual no irme al infierno,
necesito la llave del paraíso,
No quiero ver mi alma
salir de mi cuerpo
como una nave sale
hacia el infinito.
No quiero escuchar
mis últimas palabras,
quiero seguir en este mundo decadente,
y aunque se diga que es un infierno
no se compara con estrechar la mano a Satán
Comments